Terry Funk y Ric Flair. Son dos de los luchadores profesionales más venerados y admirados de todos los tiempos. Ambos han ganado innumerables campeonatos y reconocimientos en sus respectivas carreras. Para muchas personas, ambos están en la parte superior de la lista de los mejores luchadores que jamás hayan existido. Y hoy analizamos una de las razones por las que esa es una opinión tan extendida.
Ric Flair vs.Terry Funk NWA Clash of the Champions IX
El combate que volvemos a visitar hoy fue el quinto combate de Flair de 1989 en ser calificado con 5 estrellas (o más) por Dave Meltzer de Wrestling Observer. Se considera una de las peleas más simples pero mejores porque tanto Flair como Funk hicieron un trabajo tremendo como luchadores profesionales. Ahora, más de treinta años después, miramos hacia atrás a su partido clásico.
Es el "I Quit Match" entre Flair y Funk de NWA Clash of the Champions IX: New York Knockout. Tuvo lugar el 15 de noviembre de 1989.
La historia
Cuatro meses antes de este partido, Funk desafió a Flair por el Campeonato Mundial Peso Pesado de la NWA y perdió. No satisfecho, continuó peleando con Flair hasta Clash of the Champions. Para poner fin a su rivalidad, se decidió que la única forma de ganar su partido era que uno de ellos dijera 'Me retiro'. Esto hubiera sido increíblemente vergonzoso para Flair o Funk. Ambos hombres eran leyendas establecidas que habían viajado por todo el mundo y eran admirados por legiones de fanáticos. Ambos también estaban muy orgullosos. Se necesitaría una cantidad inimaginable de dolor para que cualquiera de los dos dijera las palabras "Renuncio".
El partido
Suena la campana y Funk agarra el micrófono para darle a Flair una oportunidad de salir en ese mismo momento. Naturalmente, Flair no responde y comienza el partido. Después de algunas burlas, se encierran y Flair corta a Funk sobre la cuerda superior y lo saca del ring. Funk ya está molesto y golpea a algunos fanáticos con frustración. Vuelve al ring y Flair lo corta con fuerza en un rincón. Funk navega a través del ring y se corta un poco más. Funk se tambalea por todo el lugar, tratando de escapar de Flair. De vuelta en el ring, Funk se burla de algunos golpes y luego derriba a Flair en un tackle de hombro. Pero Flair lo derriba, solo para que le piquen el ojo. Funk clubbers Flair en el delantal. Flair se defiende con chuletas, pero cae de rodillas. Funk lanza a Flair fuera del ring y lo golpea en la cabeza con el micrófono. Le pregunta a Flair si renuncia. Flair responde con otro golpe. Funk lo lanza de regreso al ring y aterriza golpes duros en la esquina. Le pregunta a Flair de nuevo si quiere dejar de fumar, pero Flair no dice nada, por lo que Funk se aleja.
De repente, Flair obtiene una oportunidad y aterriza en Manhattan. Él azota a Funk contra las cuerdas, pero Funk contrarresta una caída del cuerpo hacia atrás en un rompecuellos que se balancea. Funk abofetea la cara de Flair burlonamente. Flair dispara y agarra la garganta de Funk. Flair saca a Funk del ring y la pelea continúa. Flair descarga con una avalancha de chuletas y aplasta a Funk contra cualquier cosa que pueda encontrar. De vuelta en el anillo, instinto pide Funk si élquiere dejar de fumar pero se distrae con el manager de Funk, Gary Hart. Eso le permite a Funk tomar por sorpresa a Flair y aterriza otro rompecuellos oscilante. Funk pone a Flair en posición para un piledriver y le pregunta a Flair de nuevo, pero Flair sigue sin decir nada. Funk aterriza en el piledriver. Flair se niega a dejar de fumar. Funk deja caer una pierna sobre la garganta de Flair. Una vez más, Flair se niega a dejar de fumar. Piledriver en el suelo. Una vez más, Flair se niega a dejar de fumar.
Flair es arrojado fuera del ring nuevamente y Funk prepara una mesa. Flair se defiende. Golpea la cabeza de Funk contra la parte inferior de la mesa. Funk intenta escapar. Flair se lanza hacia él como un murciélago salido del infierno. Funk vuela sobre la mesa y Flair derriba a Gary Hart. La multitud no se ha calmado desde que sonó la campana por primera vez. Flair aterriza chuletas y entrepiernas que suenan más dolorosas a Funk en la barricada de acero. Otra gota atómica. Flair comienza a trabajar la pierna. La multitud se vuelve loca. Funk cojea como si su pierna fuera un peso muerto. Flair patea la rodilla de Funk. Funk intenta escapar. Flair lo persigue. Trituradora de rodillas. Suplex sobre las cuerdas. Flair apuesta por el Figure-4. Funk resiste y rasga el ojo de Flair. Funk intenta suplex Flair sobre la cuerda. Flair contrarresta y suplexes a Funk en el delantal. Flair golpea la pierna debilitada de Funk contra el costado del ring. Flair sigue luchando con chuletas. ¡Bloqueo de piernas en forma de 4! Flair lo tiene encerrado. No hay escapatoria para Funk. Funk grita “No. Nunca. Oh Dios, Mi Pierna… ¡se está ROMPIENDO! ¡SÍ, LO DEJO! " FUNK SE ABANDONA. ¡GANA FLAIR!
Si alguna vez hubo un combate que debería estar en todos los tutoriales de lucha libre profesional, es este. Fue simplemente perfecto. Tanto Flair como Funk demostraron exactamente por qué son tan venerados en la lucha libre profesional. Su actuación aquí fue una clínica sobre cómo ser un luchador profesional. Flair era el babyface aquí, lo que significaba que Funk dictaba y controlaba el partido. Y lo hizo como un verdadero maestro de lucha libre profesional. Funk hizo todo perfectamente. Se las arregló para ser cobarde, arrogante, exagerado, sádico, creíble y entretenido, todo a la vez. Lo que le faltaba en atletismo puro y técnica lo compensaba con una increíble narración. Golpeó a Flair sin sentido y trató de hacer trampa para ganar, sabiendo que no podía simplemente vencer a Flair. Y Flair, a pesar de ser más conocido como talón, también jugó la cara en peligro a la perfección. Tuvo su oportunidad de brillar. Les dio a los fanáticos alguna esperanza de que de alguna manera llegaría a la cima. Y no importa cuánto lo golpeara Funk, Flair siguió adelante.
Y desde la perspectiva de la historia, tenía mucho sentido. Flair intentó pelear con Funk, que fue una batalla perdida ya que Funk casi siempre ganaba concursos de estilo pelea. Pero una vez que Flair obtuvo una ventaja y comenzó a lucharFunk, la marea cambió decisivamente. Los fanáticos se volvieron absolutamente locos tan pronto como Flair comenzó a trabajar la pierna de Funk para preparar el Figure-4. No el finalista en sí, sino los movimientos básicos de configuración que Flair usó para debilitar a su oponente y garantizar mejor que el Figure-4, de hecho, terminaría el partido. Y al decir 'ME QUIT' (junto con la línea 'mi pierna se está rompiendo'), Funk vendió el Figure-4 como una maniobra absolutamente aterradora. Funk, quizás el viejo bastardo canoso más duro de la lucha libre estadounidense de las décadas de 1970 y 1980, se retorcía de dolor como un animal atrapado en una trampa para osos. Para él, decir esas dos palabras vergonzosas y admitir la derrota, elevó a Flair y su Figura-4 a alturas aún más altas que donde había estado antes.
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